"Viaje Mágico" (Norte de Argentina y Brasil)

La llegada del Gran Capitán

El viaje es de dos días, es agotador, un tren con olor añejado, incomodo, en clase turista, con un baño pedorro en donde los papeles y la mierda se va por debajo del tren, nuestra tierra. Solo un hilo de agua sale por la canilla para poder refrescar. Pero a pesar de todo el paisaje es maravilloso, abrir los ojos por la mañana y ver los tonos fucsia del amanecer, ver los azules de día, y en la escalera del tren a 60 k/h ver el anochecer. Una mujer dice “es una fiesta de dos días”, pero no hay alcohol y solo un porro que un chico comparte y una nena es la música del vagón con su armónica.
Conversar con países sigue resultando interesante, ahora nos embarcamos con dos canadienses y dos argentinos.
El viaje sigue y los paisajes cambian, en donde un señor gordo cierra su ventanilla y dice “Esta es la villa y aquí tiran piedras”, todos en un segundo cerraron al mismo tiempo las ventanas plateadas, y justamente habían dos chicos preparando su camote directo al blanco, a algún vidrio de nuestro tren. Al subir nuevamente la ventanilla de lata se ve la humildad y escoria del hombre por todos lados “La basura” y en el fondo bosques frondosos, de repente sale un olor a quemado, me pregunto por qué, mi amigo me dice que puede ser por el cultivo, yo espero que sea por los mosquitos que mi alergia me esta matando.

Los pibes ahora ansían birras, dicen que soy la culpable por tentarlos cuando estábamos en el estrecho del tren. Planeamos un desafió, hacer malabares en el medio del anden, pero un amigo recuerda a Francisca, la chilena que cayo y quedo sin sus extremidades, hubo un gran silencio.
Miro a mi derecha y aparece un oasis, a mi izquierda Mauro graba porque justamente también había un gran oasis, junto a el un pantano, pero antes del oasis el tren freno. Cuando baje había un cartel que decía “Concordia” me acorde de ti, una morena que viajaba al contrario de mi, hacia el sur. Los caminos se separan y cada uno en su plenitud va rompiendo esquemas. Un chico grita, “Pongan aire acondicionado la puta que lo parió”. Porque le obligaron a ponerse su remera.

Diría que Argentina es el país de los trenes. Ya estamos en chacarita, porque corriente lo dejamos hace un rato. Y como en todas las provincias, se pueden apreciar los trenes padres de su historia. Las vías entonces son las vigas de nuestra vida. Cualquier paso en falso o mal revisado, quedamos como el tren que se fue a puerto Montt y se hundió. “Era su viaje inaugural”, es por eso que debemos esperar para que el tren sea revisado.

Cada ves que pasamos por un pueblo somos recibidos con saludos, bocinazos, e incluso oyuos. Pero los nenes son los que se llevan el saludo del tren. Me hace recordar una canción de pequeña.

“viajar en tres es de lo mejor”

Cuando partió el viaje la gente sencillamente ¡aplaudió!

Imagino que la gente de la provincia “Paso de los libres” deben tener muchas ansias por la llegada del tren, pero falta aun un día entero de viaje, aunque el chofer dijo: “Si hay retraso puede ser incluso hasta de un día” Mi amigo de Colombia ya hizo este viaje y quedo 3 días en el tren antes de llegar a Posadas.

El vaivén del tren parece ser como una mecedora y da un poco de sueño. Pasa el señor y dice “Nueva estación Pujol”, Entre mi sueño, se me imagina un lugar lleno de duendes y enanos, era un pueblito muy chiquito justamente. Y antes de todo tuve que ir en busca de mi amigo colombiano, que quedo vagones mas adelante, pasar bailando de puerta en puerta fue entretenido.

Los bosques son raros, los árboles están todos en fila, como que alguien hizo un plano para ponerlos así, para que el ser humano pueda correr como loco por la tierra alrededor de los árboles dándonos sombra necesaria.

Al fin tocamos tierra sin tener que subir nuevamente al tren, el viaje termino, y la gente se despidió de nosotros con abrazos y cariños e incluso con: “Te invito a nuestro hogar”, en Nuestro vagón, el ultimo vagón del tren numero 405, tuvo el privilegio de ver un espectáculo de luces nadando por los aires, se sintieron alagados y conmocionados con dicho espectáculo, ahora si todo esto me satisface y llena de placer.